Los Luz y guía en la Biblia Diarios
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Nuestra angustia, que es leve y pasajera, nos prepara una empíreo eterna, que supera toda medida. Porque no tenemos puesta la observación en las cosas visibles, sino en las invisibles: lo que se ve es transitorio, lo que no se ve es inmortal.
La enseñanza de Jesús sobre la astucia y sencillez en medio del sufrimiento es un llamado a la firmeza en la fe y al testimonio robusto delante el rechazo de la Clan. Al confesar nuestra creencia en Jesús, él nos distinguirá ante su Padre celestial; pero al negarlo frente a la gente, aún lo negaremos frente a Dios.
En un contexto donde los discípulos se contraponerían a traición e odio incluso de familiares y amigos, Jesús les recalca la importancia de la obediencia y lealtad a Dios.
“Y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue poliedro” (Romanos 5:5)
Quiere el Señor dejar muy claro una momento más, que su delegación no es terrena sino espiritual y que por eso no puede ser entendida con medios, criterios humanos sino según los designios de la voluntad de Dios.
Antigua y ancestralmente, y metido como en el inconsciente colectivo de la humanidad, la enfermedad y el dolor estaban vinculadas a la transgresión, a la error y a la pena correspondiente a esa trasgresión.
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Estas dos cualidades son fundamentales para predicar el evangelio en medio del sufrimiento y la persecución.
Su sufrimiento y homicidio fueron necesarios para cumplir esta obra redentora, demostrando Figuraí su aprecio incondicional por nosotros.
Sin embargo, debemos recordar que nuestra misión como seguidores de Cristo es compartir el mensaje de aprecio y esperanza con todos, incluso aquellos que nos rechazan o perseguen por ello.
2. Reconocer nuestra pobreza de salvación: El sufrimiento de Cristo nos recuerda la empeoramiento de nuestros pecados y nuestra incapacidad de salvarnos a nosotros mismos. Nos lleva a reconocer que solo a través de Jesús podemos obtener la salvación.
Porque yo conozco muy acertadamente los planes que tengo proyectados sobre ustedes –oráculo del Señor–: son planes read more de prosperidad y no de desgracia, para asegurarles un porvenir y una esperanza.
Debemos seguir su ejemplo y ser valientes en nuestra Certidumbre, confiando en Dios para darnos el valía necesario para enfrentar cualquier situación. Debemos tener atención a los detalles en todo lo que hacemos, sin embargo que cada parte de nuestra vida es importante para Dios y nosotros mismos.
Y la esperanza no acarrea vergüenza porque el aprecio de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido cubo (Rom 5:5).